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jueves, 3 de septiembre de 2015

Prefiero sentir dolor a no sentir nada en absoluto.

El período por el que estoy pasando ahora es el de vacío completo. De verdad, prefiero mil veces más la felicidad extrema y hasta agotadora (como es obvio) o incluso la tristeza profunda y oscura, llena de pensamientos intrusivos. Este vacío me está matando poco a poco. Me siento extraña. Me aburro, me siento sola. Me duermo, me despierto, desayuno, me vuelvo a dormir, me despierto, miro un poco la tele, leo, escribo, como, me vuelvo a dormir. Y para colmo, estoy comiendo como una cerda, y no me gusta nada mi cuerpo. Quiero volver a mis 47 kg o, al menos, a los 50. Pero lo peor es que no, este vacío no me deja ni siquiera restringir mis comidas o comer menos sin que me afecte. Si ahora como menos o al menos lo intento el vacío me puede y termino comiendo en un intento fallido de llenar ese hueco emocional. Luego, eso si, si me paso demasiado intentando llenarlo, lo elimino todo en el baño más cercano.

Necesito un próposito, algo que me mueva. Cada vez tengo menos pasiones, menos actividades, personas o lugares que me hagan vibrar, que me hagan sentir viva. Para esto último sólo me queda la autodestrucción.
No obstante todo lo dicho, lo ideal sería que disfrutara de mi existencia o de mi vida estando contenta con lo que tengo, sin necesidad de estímulos externos para tener ganas de vivir. Suelo decir que "cuando pierda peso estaré más contenta" "cuando empiece el 25 de septiembre 3ero de Criminología y me vaya a la residencia sola, sin padres y con mucha fiesta y amigos estaré feliz" "Cuando me saque el carnet de conducir ya estaré bien" "Cuando conozca a alguien que me guste de verdad, a quien ame, sea hombre o mujer, seré feliz del todo y todos mis problemas se irán." Pero, la verdad es algo distinta: si el problema está DENTRO  de mi, no hay nada externo que lo quite. Los antidepresivos y ansiolíticos solían funcionar, pero ya no. Tal vez es mi culpa por beber alcohol (demasiado, tal vez) todas las noches que estuve en Francia (2 meses enteritos, bebiendo CADA noche) pero eso es algo que no quiero reconocer.

Escribir suele ayudar, me encuentro conmigo misma, expreso mis emociones sin importar quién me lea o me deje de leer.

Ya ni siquiera me importa si eres alguien que conozco y me estás leyendo, nada me puede dar más igual. Después de todo soy 100% sincera, soy  100% yo, y esto es lo que hay. Si no te gusta, ahí tienes la puerta; lárgate.

Ya tengo suficiente con lo que me juzgo yo a mí misma.

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